Succession
Es innegable que hoy en día, el servicio de streaming es líder en crear y transmitir contenido original a través de sus plataformas virtuales, en ellas podemos ver una variedad de géneros, contenido para todo tipo de público con una libertad que no se veía tanto en la televisión y producciones que igualan (y a veces superan) a de las películas. Sin embargo, la televisión por cable no se queda atrás y el ejemplo más claro en este rubro es la cadena HBO (que también se ha trasladado al streaming con HBO MAX), cuyas series transmitidas a lo largo de las últimas décadas como The Sopranos (1999-2007) no tienen nada que enviar a las series de Netflix y Amazon Prime; al escuchar las palabras "Una serie de HBO", uno piensa en el gran balance entre una buena historia y una producción a gran escala que contiene en tan solo una temporada, el espectador sabe que la experiencia de ver una serie de ese canal valdrá la pena (y el costo de su servicio de cable).
Tras el final polémico de su serie representativa "Game of Thrones" en 2019, los espectadores ansiosos de ver más de HBO buscaron en el catálogo de los próximos estrenos a la nueva "joya de la corona de HBO", muchos dicen que puede ser la serie de ciencia ficción Westworld (2016- presente) o la serie adolecente Euphoria (2019- presente) cuando en realidad, ese sucesor espiritual ya se encuentra entre nosotros y se estrenó en el 2018.
Succession narra la historia de la familia Roy, líder del conglomerado de medios de comunicación y entretenimiento más grande del mundo, que al enterarse de la noticia que su patriarca Logan Roy (Brian Cox), planea retirarse, la dinámica entre familiares cambia a una lucha por conseguir el puesto de sucesor y en especial entre Kendall (Jeremy Strong), Roman (Kieran Culkin) y Shiv (Sarah Snook), tres de los hijos de Logan.
Tal vez te estés preguntando: ¿Qué tiene de interesante ver una serie de una familia disfuncional de ricachones peleándose por poder?
En primer lugar, tenemos al elenco de personajes, cada uno tiene su personalidad definida y que hace al espectador diferenciarlos; tenemos al padre de presencia omnipotente, el hijo consentido, el hijo relajado, la hija responsable, el hijo mayor pacifico (Alan Ruck), etc. Sin embargo, a diferencia de otras series con familias como protagonistas, la familia Roy no es esa gran familia ejemplar, desde el primer episodio puedes sentir a través de sus diálogos y acciones que son (y cito aquí a uno de los personajes) "un nido de víboras", son personas cínicas, esto hace interesante ver a los personajes en cada episodio tomar decisiones que podrían lastimar a las personas que más ama para su propio beneficio, sientes odio por ellos pero quieres seguir viendo y saber que pasara, que consecuencias habrá más adelante; a su vez, vemos a estos hermanos luchar contra los demonios que los destruyen por dentro, lo que nos regala momentos de vulnerabilidad entre ellos y su padre, ver esas escenas en la que se comportan como hermanos/hijos normales son como un respiro, una breve brisa de empatía para el espectador.
Succession no tiene escenas grandes de acción ni efectos especiales para mantener al público enganchado, el fuerte está en su estilo y en la mezcla de los géneros de drama político y comedia negra, se discute temas de carga pesada como la corrupción de empresa, las adicciones, la salud mental y disfunción familiar pero que son "polvoreados" con los comentarios irónicos, momentos incomodos e insultos que llegan a lo vulgar. Este tipo de balance tal vez no sea el correcto, algunas cosas tal vez sean demasiado para el espectador, pero ese balance es exactamente lo que esta serie necesita para seguir avanzando con la historia, es lo que la hace interesante y única, cada uno de los actores lleva ese balance consigo y como resultado dan actuaciones magistrales dignas de esta serie (no me impresiono enterarme que Jeremy Strong haya ganado un premio Emmy el año pasado por Mejor Actor, realmente merecido); destaco a dos personajes que se robaron el show en mi opinión, Matthew Macfadyen como Tom, prometido de Shiv y Nicholas Braun como Greg, el primo lejano e ingenuo, es un dúo bastante singular pero que logro sacarme unas cuantas risas con sus interacciones.
Honestamente el único aspecto negativo de esta serie está en las duraciones de sus episodios (diez episodios por temporada y cada uno con una duración de casi una hora). No considero Succession una serie para maratonear un fin de semana, es más una serie que requiere paciencia para poder cautivar al espectador, en especial en casos en las que ese espectador no está acostumbrado a series dramáticas y al humor ácido americano.
En conclusión, Succession va más allá del hecho de ser llamado el sucesor espiritual de Game of Thrones, es una verdadera tragedia y comedia de Shakespeare en tiempos modernos que brilla con luz propia, una serie que con tan solo dos temporadas realmente se merece estar en el podio de las mejores series de la última década. La tercera temporada saldrá el próximo mes y por mi parte, estoy ansiosa por saber cuál es la siguiente jugada de la familia Roy para mantener su preciado poder.
Las dos primeras temporadas de Succession se encuentran disponible en HBO MAX.
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- Escribe: Ana Lucia Arévalo