Spencer (2021)

24.01.2022

Yo estuve fascinada con la historia de la Princesa Diana de Gales desde siempre, ¿Cómo un cuento de hadas pudo transformarse y terminar en una tragedia? ¿Cómo una mujer pudo lidiar con tanta presión y el acoso de la prensa? ¿Cómo ella pudo ser amada por el pueblo y a la vez, ser la "oveja negra" de la familia que la acogió? Gracias al cine y la televisión, muchos lograron retratar la vida de la princesa, pero pocos fueron del agrado del público que la adoraba y hasta de la gente que la conoció, el caso más destacado fue en la cuarta temporada de la serie The Crown, en donde una joven Diana (interpretada increíblemente por Emma Corrin) es introducida como una chica alegre y enamorada del Príncipe Carlos, pero cuyo arco (y temporada) termina con el primer plano de Diana al borde de las lágrimas, destrozada mientras es invadida por los flashes de una cámara, un presagio de lo que vendrá más adelante en las próximas temporadas.

Sin embargo, en esta ocasión, hablare y hare mi reseña del más reciente proyecto inspirado en la "Princesa del Pueblo", dirigido por Pablo Larraín, director de Jackie (2016), otro largometraje que retrata a otra figura histórica, Jaqueline Kennedy, después del asesinato de su esposo, el Presidente John F. Kennedy.

La película nos lleva a un castillo situado en el campo de Norfolk, en donde la familia real pasara las fechas navideñas y en donde Diana (Kristen Stewart), luchando contra sus problemas y demonios que atormentan su mente, tomara una decisión que cambiaría el curso de su vida; Spencer, tal vez para la decepción de muchos, no es una biopic que cuenta la vida de la mujer desde su nacimiento hasta su trágica muerte. Para la sorpresa de muchos, retrata una re-imaginación de un simple fin de semana de fiestas para todos alrededor suyo con cenas a las que atender y protocolos que seguir, pero para ella, es un fin de semana de dolor.

La visión de Larraín nos adentra por completo en la mente y cuerpo de Diana, lleno de secuencias de sueño que van de lo más extraño a los flashbacks, visiones de Ana Bolena, dolor tanto interno como externo, diálogos sutiles y metáforas que doble filo a través del vestuario, joyeria y entorno, cosas que tal vez para un espectador no conocedor de la historia de la princesa parezca extraño, hasta aterrador. Acompañada con la música inquietante de Jonny Greenwood y la fotografía en tonos apagados de Claire Mathon; Es una mirada desgarradora, casi claustrofóbica del estado mental de una mujer que busca una oportunidad de finalmente ser libre del calvario que significaba su matrimonio y el juzgamiento de la familia.

Kristen Stewart, visualmente para muchos, puede ser la menos indicada para interpretar a Diana, el acento británico y algunas manías clave de la princesa van y vienen de ella lo que puede quitarle puntos a la experiencia; sin embargo, lo que me sorprendió fue el trasfondo y la paleta de emociones que Kristen manifiesta por toda la película: desde su ansiedad, la incomodidad, el disgusto hacia su entonces esposo, la inocencia y sentimiento maternal hacia sus hijos, la consolación que encuentra en algunos sirvientes del castillo, hasta el comportamiento errático y espontaneo. Tal vez, una de las actuaciones que más me ha impresionado del año pasado.

A lo mejor, Spencer sea de esas películas que no son hechas para todo tipo de espectador y como dije, no es exactamente una biopic de Diana y su carrera como princesa de la familia real británica (el título de la película es un claro ejemplo al usar su apellido de soltera. Al contrario, se hubiera titulado con algo más extravagante como La Princesa de Gales o algo así). Es un retrato personal e íntimo inspirado en la mujer que cautivo a una nación entera y que tristemente no tuvo demasiado tiempo en vida para disfrutar sus días fuera de la jaula de oro.

(4.5/5)

  • Escribe: Ana Lucia Árevalo
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