Judas and the Black Messiah

08.04.2021

Judas and the Black Messiah es una película norteamericana distribuida y financiada por Warner Brothers, dirigida por Shaka King y producida por el cineasta Ryan Coogler. Protagonizada por Lakeith Stanfield y Daniel Kaluuya, la historia nos sumerge en la difícil situación que pasa William O'neal (Lakeith Stanfield), quien es atrapado por el FBI. Al verse en severos problemas, le ofrecen una riesgosa solución: infiltrarse en las Panteras Negras con el objetivo de acercarse a su líder, Fred Hampton (Daniel Kaluuya). Desde ese momento, presenciamos las vicisitudes de mantener esta doble vida, pero sobre todo; las dificultades, discriminaciones e injusticias que debe sufrir el grupo al expandir su mensaje. Igualmente, intenta mostrarnos la historia de una forma polarizada, en la que también podemos ver lo que sucede dentro del FBI durante este operativo y entender el punto de vista del policía a cargo de la misión, Roy Mitchell (Jesse Plemons). De esa forma, tiene una frecuencia medianamente intensa que nos permite mantenernos atentos; con momentos apacibles y calmados, y otros de mucha violencia y tensión. La cinta ha tenido un gran recibimiento por parte de la crítica, recibiendo múltiples nominaciones en ceremonias y festivales, y está actualmente en competencia por el Oscar a 'Mejor Película'. Repasaremos los puntos más interesantes de esta.

Empezando como un film Noir, va desenvolviéndose con un relato crudo y dramático que llega a su punto más álgido en la escena final. Aumenta, conforme se desarrolla, la dosis de conciencia y reflexión que busca causar en el espectador, llegando a provocar mucha indignación. Tomando esto en cuenta, es innegable que el guion es muy completo, alcanzando cautivar pero herir de igual manera. Todos los personajes están bien desarrollados, en especial el de Hampton y el de O'neal, dotándolos de sentimientos reprimidos, pensamientos opuestos y una gran profundidad. El grupo de las Panteras Negras definitivamente genera mucha empatía por los crímenes que tienen que sufrir de forma deliberada por el FBI, que los considera subversivos por protestar en contra de un Estado que no reconoce sus derechos y no los defiende de los abusos que los atormentan, siendo muy crueles con ellos. Cabe recalcar que esto no es del todo bueno, porque se siente una visión muy sesgada, es decir, remarca mucho los estereotipos de los buenos y malos, mostrándolos en extremos completamente opuestos, lo cual no es muy apropiado tratándose de una historia biográfica.

Definitivamente, Shaka King hace un muy buen trabajo de dirección, que sin gozar de mucha complejidad, es muy preciso. Su cámara enfoca de forma exacta y con movimiento medido todo aquello que nosotros necesitamos ver, dejando afuera lo irrelevante y consiguiendo que conectemos mejor con los protagonistas y su lucha interna: su frustración, ira y cansancio de luchar se siente a través de la pantalla. Culminando la película con un plano exquisito y muy impactante.

Sean Bobbitt hace un buen trabajo de fotografía, logrando un juego de luces llamativo y que le otorga una sensación de "principios de los setentas". Aunque la nominación a 'Mejor Fotografía' parecía un poco exagerada, no se puede negar que es satisfactoria en ese aspecto.

Judas and the Black Messiah ha demostrado ser un filme dramático, que busca concientizar acerca de unos hechos terribles que no deben ser olvidados. Las actuaciones de Stanfield y Kaluuya son excelentes y cuentan con un carácter enérgico y firme. De esa forma, logra darnos una experiencia deleitable y profunda sin necesidad de ahondar en los detalles, sino en los hechos. La crudeza en el final es impactante, pero definitivamente deja un mensaje. Creo que el director ha logrado transmitirlo de forma certera, e incluso, sorpresiva. 

  • Escribe: Juan Rodrigo Castro
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